También se diferencian de la mera digitalización de la carta con un sistema de recogida de datos. “Hay un mundo de posibilidades detrás, pueden saber si de martes a jueves no se consume en determinados tramos horarios, cambiar la carta en función de los días o poner productos rebajados. Pero su optimización dependerá de cada establecimiento”.
La tercera ola se ha llevado muchos negocios por delante, el futuro es incierto, pero cuando llegue “habrá que ver qué queda, qué demanda hay y qué necesidades podemos cubrir. Ahora mismo cuesta pensar en implementar nuevos servicios, estamos teniendo incluso más clientes fuera de España porque aquí ha golpeado muy duro”, añade el cofundador de Let’s order.
También los hay atrevidos - y algo genios- que han hecho de la crisis una oportunidad para innovar. La cuarentena les valió a muchos para pensar, como a Diego Cabrera. Todo un líder en tendencias, aunque él lo achaca a que tiene “mucho tiempo libre” pero, cuesta creerle porque el barman – que ha colocado su coctelería predilecta en la lista de los 50 mejores bares del mundo -es toda una máquina de crear y lo que ha hecho, claramente, no se hace en un día.
Con motivo de la presentación de su nueva carta de cócteles en Salmón Guru, el argentino -madrileño de adopción- sacó a la luz su último proyecto: la realidad aumentada. A través de los códigos QR que ocupan las diferentes caras de un cubo de rubik, el cliente accede a un mundo completamente paralelo que convierte lo irreal en real. Un sistema creado por 4DOMO donde cada código pertenece a cada una de las categorías en las que se encuentran algunos de sus hits y las 27 nuevas creaciones que estrena en su gastrococtelería, inspiradas en diferentes historias de la mitología.
La sorpresa para muchos es ver como esos cócteles, que poco después pasarán a ocupar la mesa, también pueden ser proyectados desde el menú para que la espera sea algo más entretenida. Como el Dragon Daugther, que viaja desde China y rinde homenaje a su hija; se lleva todas las miradas, dentro y fuera de la pantalla. De momento no hay límite de estancia, por eso de que engancha. Eso sí, bromea Cabrera, “primero se elige y luego se juega”.
Desde 80 Grados también se han lanzado a experimentar con la realidad aumentada y accediendo a su carta con su código QR “te puedes hacer una idea de cómo es el plato de tamaño y aspecto sin necesidad de tener que integrarlo en una foto”, cuenta Fernández Abascal, detrás de la comunicación de la cadena de restaurantes. El desarrollo del proyecto ha corrido a cuenta de Qlone.
La cara B
Con la ausencia de la carta física también ha desaparecido parte de la identidad de restaurantes y bares y la emocionante sensación que suponía deslizar los dedos por las páginas, para averiguar que especialidades se sirven en el establecimiento que acabábamos de visitar. “Es un arma de doble filo, en España somos un país de relaciones humanas y contacto con el camarero, pero a la hora de la verdad este servicio no viene a sustituir nada, sino complementarlo. El camarero irá a tu mesa, pero si en algún momento necesitas hacerlo más rápido o fácil, tienes la opción de hacerlo”, apunta el cofundador de Let’s order. Si continuamos "abriendo el melón" aparecen cuestiones como la violación de datos privados.
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La revolución de la carta digital no ha hecho más que empezar y en la transformación digital el código QR no ha sido el único protagonista. “También ha evolucionado la forma de pago, que ahora puede hacerse vía SMS o Bizum, como ocurre en ciertos establecimientos y, por supuesto, la relación con el cliente”, apunta Fernández Abascal. Para todo esto, además de paciencia, hace falta formación y, conscientes de la necesidad, Aplus Gastromarketing y FACYRE, en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid, han creado Barra digital, “un proyecto que les da la oportunidad de que vengan y se formen, además de ofrecerles ayuda para su transformación digital, también a través de ofertas especiales de diferentes empresas ftivas para que los hosteleros puedan beneficiarse”, concluye Fernández